Thomas Shelby está de vuelta y, con él, su familia: los putos Peaky Blinders.
Estrenan quinta temporada. Y como las cuatro temporadas anteriores, vienen de la mano de Netflix, en su llegada a España.
A estas alturas de la película y después de cinco temporadas, no creo que tenga que hacer un artículo para explicar quiénes son la banda de Birmingham.
Si todavía no les conoces, deja todo lo que estés viendo y ponte desde ya con la serie originaria de la BBC.
En esta nueva temporada se suma al reparto Anya Taylor-Joy (la chavala que las pasaba putas en ‘Múltiple’, ahora ‘Gambito de dama’).
No voy a joderos la quinta temporada, ni ninguna, con review alguna. Es una serie en la cual hay que entrar sin conocimiento alguno (menudo spoiler me comí, antes de acabar esta última temporada).
Si eres nuevo, solo te basta con saber que la serie está basada en hechos reales. Nos da a conocer una familia de mafiosos de principios del siglo XX de la ciudad de Birmingham . Con ella repasaremos los hechos histórico-sociales: La I Guerra Mundial, La Ley Seca, La Revolución industrial y un largo etcétera.
Todo esto narrado con muchísima violencia, sexo y Rock & Roll.
¡Ponte a ello!
Por cierto, la serie hay que verla en versión original (VOSE). Puedes estar tranquilo, porque está muy bien subtitulada.
Ahora bien, como empieces a verla, o peor aún, si la sigues viendo doblada, juro que iré a tu casa a sacarte los ojos y cortarte las orejas.
Y a la productora quisiera decirles: «¡¿POR QUÉ COJONES DECIDÍSTEIS DOBLARLA?!»
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