Todd Phillips
Drama intimista
Estados Unidos 2019
Para escribir de Joker, primero hay que decir lo que no es Joker. Y es que ya os habrá llegado por un millón de sitios, pero por si acaso os lo digo yo. Joker, a pesar del título no es ninguna película de superhéroes, no esperéis a Batman por ningún sitio y si saliera (tampoco os voy a matar la ilusión, así de primeras), tendría un papel ínfimo. Tampoco es una peli de acción, o al menos al uso. Aunque por momentos la acción es visible, la intención del director no es hacer una película de este género. Dicho esto, hay que decir que pese a ser un dramón mayúsculo, o al menos así lo veo yo, el ritmo es frenético. Tuve que poner en riesgo mi integridad física y con ello llevándome por delante mi vejiga, ya que no encontré ni un solo momento para ir al baño; todo va a toda hostia, y cada escena es como supertrascendental. Pero sobre todo, y aunque parezca algo extraño viendo la filmografía de Todd Phillips y el contexto del film, lo que no es de ningún modo es una comedia. Eso sí, hay tres escenas con un enano en las que me partí el culo, contagiando al resto de la sala. (Ese enano intentando quitar el pestillo es lo «más grande» que he visto en mi vida).
Bien, ahora ya sabemos lo que no es.
Con algo de mesura y sin pasarnos de la raya, intentando generar mucho hype, pero sin mucho spoiler, hablemos de lo que nos vamos a encontrar.
Joker es una película intimista, por momentos importan poco cosas fundamentales como la decadencia de Gotham, la familia Wayne, etc.
A mí me da la impresión de que Todd Phillips le dijo a Warner Bros «vale, haré Joker», y después de pillar la pasta, hizo lo que le salió de los huevos.

Él tenía una idea de su visión de Joker y tiró con ella hasta el final, y parece que, por el resultado, éxito de crítica y público, la idea le salió redonda.
El director quiere que nos metamos en el cuerpo de Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) y que sintamos con él la transformación, la metamorfosis de Arthur Fleck en Joker. Y es que, mientras él asume con normalidad la enfermedad mental que padece, la sociedad y su ámbito más cercano no parece que lo vean del mismo modo. Es ignorado por todos, cuando no vejado y maltratado; esto le llevará a perder cada vez más la cabeza, hasta el delirio final y convertirse en La Broma Asesina.
Seamos francos, la película es un dramón. Y es que al futuro Joker, se las hacen pasar putas. Dicho esto, el que justifique el comportamiento terrorista y asesino, sinceramente, ha perdido el norte. Son muchos los que dicen «Joker es el héroe del pueblo y el establishment los culpables». ¡Vamos, no me jodas! Es el puto Joker, su comportamiento es incomprensible.
Si Martin Scorsese hubiera rodado la precuela de El Caballero Oscuro. La película sería Joker.
Joaquin Phoenix merece el Óscar, y la peli, también.
2 comments
Gran crítica de Joker, pero no lo veo igual. Phoenix está espectacular, pero me da tufillo de mentira, no me la creo. Solo es la historia de un enfermo mental, nada que ver con joker. Aprovechan el nombre para lanzarla. Me molesta que me engañen, dime que me vas a contar una historia de un enfermo, y yo decido, pero no utilices al Joker.
Muchísimas gracias por tu comentario, Sara. Y perdón por la tardanza a la hora de contestarte. Tengo que decirte que entiendo lo que dices. Es verdad que la figura icónica del Joker es desaprovechada como tal. Pero, en su efecto, nos trae un drama intimista que de esta manera ha llegado a conquistar a medio mundo. Quizás si no hubiera sido por ese reclamo, más bien seguro, nadie hubiera visto esta peli, que para mi opinión es digna de ser vista.