Primer largometraje, como director, del británico Paddy Considine. Como actor, este señor, ha estado en los mejores producciones posibles: ‘Peaky Blinders’, ‘The Outsider’ (‘El visitante’), también participó anteriormente en auténticas “cults movies”: ‘Arma Fatal’, ‘Submarine’ y ’24 hour party peoples’. En todas ellas, siempre secundario, siempre extraordinario.
Su dirección consiguió estar a la altura de los más grandes en el género, como su coterráneo Ken Loach. Y es que nada podía fallar en esta historia de “redención”, un drama con una gran carga de crítica social y que en su reparto cuenta con un dúo de animales interpretativos, como son, la ganadora de un Óscar, Olivia Colman y Peter Mullan.
Sinopsis:
Joseph (Peter Mullan) ha demostrado siempre un desprecio absoluto por la vida. Hannah (Olivia Colman) es una mujer débil y sometida. Cuando ambos coinciden, intentan encontrar sentido a sus tristes vidas.
La película no es una peli fácil ya que contiene más ultraviolencia que La Naranja Mecánica y 31 de Rob Zombie juntas. Pero cuidado, no nos llevemos a equívocos, en esta ocasión no encontraremos vísceras y sangre, bueno, algo sí hay, la violencia que Tyrannosaur nos proporciona va directa al corazón, al lado humano, al que duele para siempre, es ultraviolencia contenida, siempre a punto de estallar y desatar a la bestia que todos llevamos en nuestro interior.
Abstenerse de verla aquellos que les parecen todas las películas lentas y los que se indignan porque algún perro sufre baja de una manera grotesca.
Para terminar me gustaría decir que “ Sing All Our Cares Away” de Damien Dempsey, la canción que aparece en la peli, es una de las canciones de mi vida. La canción es de 2005 y la peli de 2011 pero su letra parece escrita para sus personajes.