La Gran Guerra Emú
Tras la I Guerra Mundial, 5.000 soldados británicos y australianos empezaron una vida rural. En sus tierras de cultivo explotaban el trigo y criaban animales. Todo iba bien hasta que llegó la Gran Depresión que dejó el valor del trigo por los suelos. El Gobierno Australiano prometió subsidios para animar a los campesinos a seguir cultivando; dichas ayudas nunca llegaron. Las sequías tampoco ayudaban. Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar.
Los granjeros australianos conocieron un mal que ni la Real Artillería Australiana sería capaz de destruir. Un ejército de 20.000 emús hambrientos.

«Pollos gigantes» que tras su época de reproducción, emigraban desde el interior hasta la costa australiana, para disfrutar del sol y playa.
Durante su camino hacia la costa, estos animales descubrieron los campos de trigo de los campesinos, no tuvieron piedad con ellos.
Los granjeros, desolados, se reunieron con Sir George Pearce (Ministro de Defensa) para que les proporcionaran ametralladoras y así acabar con el enemigo. Tras una serie de negociaciones, finalmente el ministro aceptó ayudarles; enviaría al ejército.
Pensó que serían buenas prácticas de tiro para sus soldados, pero por entonces, desconocía que dicha campaña se convertiría en su peor pesadilla.
El día 2 de noviembre de 1932 llegaron las tropas de la 7ª Batería Pesada de la Real Artillería Australiana.
Pues bien, resumiendo un poco, las primeras emboscadas contra los emus fueron lamentables. Las aves estaban fuera del alcance de las ametralladoras, se dispersaron y crearon así pequeños grupos. Los soldados intentaron por todos los modos posibles atraer a los «pollos», pero sólo consiguieron causar unas pocas bajas. En una ocasión que tuvieron a tiro a una gran cantidad de ellos, sus armas se atascaron y los emús huyeron.
Hubo «un iluminado» al que se le ocurrió la gran idea de instalar una de las ametralladoras en uno de los camiones. Fue una maniobra absurda, pues los emús eran mucho más rápidos y ágiles. El camión acabó impactando contra una valla.
Un auténtico despliegue en el que se gastaron 2.500 cartuchos, para acabar con la vida de 50 emús.
La prensa la tituló entonces:
La Gran Guerra Emú.
Las tropas, vista su ineficacia, se retiraron del campo de batalla. Pero los agricultores continuaron suplicando ayuda. Era tiempo de sequía y los emús estaban de vuelta.
El 18 de noviembre de 1932 se aprobó la vuelta de los soldados. La Segunda Gran Guerra Emú había empezado.
Esta vez, conociendo al enemigo, consiguieron acabar con la vida de miles de emús.
Sin embargo, estos «pollos gigantes» siguieron volviendo años después. Especialmente durante los años 1934, 1943 y 1948 los emús siguieron asediando a los agricultores.
Entre 1945 y 1960 murieron más de 285.000 emús, gracias al Sistema de Recompensas del Gobierno Australiano.
6 comments
Olé mi niña!!, muy interesante y algo que desconocía por completo. Un beso.
Gracias, mami.
Interesante, a la par que divertida.
Gracias, Javi.
gracias por la información, muy divertida e interesante.
Gracias a usted.