Título original:
The House That Jack Built.
Thriller. Biopic.
Dinamarca 2018
Estreno en España:
25 de enero de 2019
Disponible en Filmin.
Sinopsis:
Lars Von Trier ultiliza la historia de Jack, un asesino en serie en el Washington de los 70’s, para con él hacer un repaso a su carrera cinematográfica.

Reseña:
No es la primera vez que vemos cómo un director utiliza a su actor protagonista como alter ego, el último ejemplo es el de Dolor y Gloria de Almodóvar. En la Casa de Jack, Matt Dillon claramente expresa los sentimientos/pensamientos que Lars Von Trier quiere mostrarnos a modo de reivindicación de toda su obra. En ella encontraremos reivindicación, pero también, aunque lo niegue en varias ocasiones, redimirse de sus «pecados» quizás ante una posible despedida. Pero, hasta llegar a ese momento, pretende cobrarse varias cuentas pendientes:
Porque si lo acusan de narcisista, el director danés responde masturbándose frente al espejo y obligándonos a verle. Es tanto su engolamiento y amor propio que no duda en compararse con Picasso o Dante.
A los que le acusan de misógino les da ración y media de maltrato machista, hace un retrato caricaturesco de todas sus víctimas. Dibujando en ellas un áurea simplona, intentando hacernos partícipes del crimen que supuestamente merecen.

Mención especial merece el apartado de su vida, en el cuál, fue acusado de nazi (acompañado de expulsión en Cannes). Para ellos un documental, fuera de lugar, que no viene a cuento, sobre el ejército alemán de la Segunda Guerra Mundial. Divagando sobre el Stuka (avión de combate) y su supuesta puesta en escena preciosista en el que sus pilotos se desmayaban cuándo atacaban en picado y hacían sonar las trompetas de Jericó.

No conforme con todo esto. Llega el momento de su toque personal. Este señor en su casa de Dinamarca tiene como mil millones de imágenes de archivo y, claro, las tiene que utilizar: leones, tigres y corderos. Diez mil imágenes e ilustraciones sobre el arte de la cinegética. Y para rematar un reportaje de las uvas pasas de Alemania y que sus propiedades nos brindan un vino extraordinario. «Con dos cojones, porque yo lo valgo».

Antes de llegar al epílogo y su interpretación de La Divina Comedia de Dante (una bajada a los infiernos en toda regla), Lars Von Trier homenajea en distintos momentos del film a varios personajes que parece admirar. Glenn Herbert Gould y Bob Dylan hacen acto de presencia en distintos contextos del film. El primero un afamado virtuoso pianista interpreta distintas piezas. Y Dylan copiando plano a plano su videoclip «Subterranean Homesick Blues». Tarantino y Ray Charles también tienen su guiño. Estoy seguro que son muchísimos más, éstos son los que con la ayuda de mis primos, Sara y Julián, he llegado a descifrar.
Ojalá ésta no sea la última película del maestro del cine independiente danés.
2 comments
Que privilegio ver esta película juntos. Muchas referencias, difícil pillarlas todas. El director hace un corte de mangas a todos aquellos que se meten con él, y que tanto disfruta con ello. Hace un repaso de las criticas que ha recibido durante toda su carrera y que parece que le dan gustito y le engrandecen. Es obvio que no es una película de un asesino es serie, demasiado fácil. Dar mas datos es destripar una obra compleja que requiere de reposo y de un segundo visionado, espero que vuelva a ser juntos
Qué buena, Sara. La verdad que la hemos disfrutado muchísimo, sí. Multitud de autoreferencias y comparándose con los más grandes. Súper narcisista, el amigo.